jueves, 23 de octubre de 2008

Campos de golf ecológicos

La práctica del golf se ha convertido en los últimos años en una importante fuente de ingresos para los sectores turístico e inmobiliario. Se calcula que unas 800.000 personas visitan cada año España para practicar este deporte en los casi 300 campos repartidos en todas las comunidades autónomas.
La legislación impone a estas instalaciones unas determinadas condiciones a fin de evitar posibles daños al medio ambiente. A pesar de ello, los grupos ecologistas consideran que los campos de golf producen un fuerte impacto ambiental porque ocupan grandes extensiones de terreno, conllevan la creación de nuevos núcleos urbanos, utilizan fertilizantes y plaguicidas poco ecológicos, y especialmente, porque consumen grandes cantidades de agua, algo especialmente grave en un país con problemas de sequía. Según la organización conservacionista WWF/Adena, los campos de golf de la costa mediterránea constituyen un "riesgo medioambiental creciente": cada uno de ellos gasta el volumen de agua equivalente a una ciudad de 12.000 habitantes.
Por su parte, los defensores de estas instalaciones aseguran que no gastan agua potable, sino aguas residuales que reutilizan mediante una planta potabilizadora. Asimismo, algunos de estos campos cuentan con modernas tecnologías para optimizar el consumo del agua. Es el caso por ejemplo del campo de golf de Mossa Trajectum, una urbanización tipo "resort" ubicada a unos minutos de Murcia capital y avalada por el exfutbolista Johan Cruyff, que consume un 60% menos de agua que cualquier otro de la Región, según sus responsables. Mediante un sistema vía satélite, se controla con toda precisión el tiempo y la cantidad de riego necesarios, manteniendo la humedad y los nutrientes. Desde la dirección de este "resort" señalan que el Banco Europeo les ha premiado como el primer campo ecológico de Europa.Sin embargo, las organizaciones ecologistas critican que la utilización del agua potable de este tipo de instalaciones deportivas es generalizada. En este sentido, recuerdan la gran cantidad de denuncias de las Confederaciones Hidrológicas por abusos de canales subterráneos y aguas públicas, así como la lista de expedientes sancionadores por suministros ilegales y vulneración de las restricciones de agua. Por ejemplo, según Greenpeace, 27 de los 29 campos de la Comunidad de Madrid han sido denunciados por no utilizar agua reciclada, y la Confederación Hidrológica del Tajo ha abierto expedientes sancionadores contra 10 de estos recintos.
A pesar de ello, los campos de golf siguen a pleno rendimiento, gracias a los grupos de presión inmobiliarios, según Ecologistas en Acción. En este sentido, la construcción de estas instalaciones se asocia cada vez más a grandes complejos urbanísticos, como reclamo para turistas con un mayor poder adquisitivo. Además, según esta organización ecologista, aunque utilizaran agua reciclada, seguirían constituyendo un despilfarro, puesto que este tipo de agua debería utilizarse en actividades más necesarias para todos los ciudadanos como la limpieza urbana, en la que se usa agua potable.

Educación Ambiental


Los problemas ambientales relacionados al desarrollo económico y social están siendo desde hace algunas décadas tomados cada vez más en cuenta. El sistema de producción actual nos ha llevado a una crítica situación de la cual no es fácil salir, aún poniendo el mayor de nuestro empeño.Hasta el momento las soluciones han venido de la mano de cambios tecnológicos, de sanción de normativas más estrictas, de establecer impuestos a quien contamine o de subsidios a quien elabore productos "verdes" o amigables con el medio ambiente.Todas estas medidas han tenido un éxito relativo, lo cierto es que la situación ambiental del planeta es cada vez peor y cada vez más irreversible.Teniendo en cuenta esto se debería analizar la relación entre el medio ambiente y el sistema de producción capitalista, pensando porque hasta el momento economía y ecología aparecen como cuestiones antagónicas.Para nosotros la principal solución a los problemas ambientales, es la educación ambiental en todos los niveles y sectores de la sociedad (productivos o no).Precisamente creemos que la principal salida (no la única, ya que esta debe ser acompañada por otras medidas de corte económico, político, tecnológico, etc.) viene de la mano de la educación, en este caso de la educación ambiental. Esta es una herramienta fundamental para lograr un cambio de actitud y de comportamiento en la sociedad, no sólo en los productores sino también en los consumidores de todo el mundo.

Biodiversidad


Somos totalmente dependientes del capital biológico. La diversidad dentro y entre las especies nos ha proporcionado alimentos, maderas, fibras, energía, materias primas, sustancias químicas, industriales y medicamentos.La diversidad biológica, es la variabilidad entre los organismos vivientes, terrestres, marinos y acuáticos y los complejos ecológicos de los cuales forman parte; esto incluye la diversidad dentro de las especies, entre especies, y dentro y entre los ecosistemas.La diversidad cultural humana podría considerarse como parte de la biodiversidad. Ya que cuenta con algunos atributos que podrían considerarse soluciones a problemas de supervivencia en determinados ambientes (nómades, rotación de cultivos). Además ayudan a las personas a adaptarse a la variación del medio. La diversidad cultural se manifiesta en, la diversidad del lenguaje, de las creencias religiosas, de las prácticas de manejo de la tierra, en el arte, en la música, en las estructuras sociales, en la selección de cultivos, en la dieta y todo atributo de la sociedad.Gran parte de los ecosistemas menos alterados en su biodiversidad de todo el planeta se encuentran en Latinoamérica (Patagonia, Amazona, bosques tropicales de montaña, las concentraciones de fauna marina atlántica o del Pacífico sur y los Tepuyes a ellos debe sumarse además la Antártida).Los bosques tropicales constituyen el almacén clave de la diversidad biológica del mundo. El mismo fue desarrollado por 100 millones de años de actividad evolutiva, (formando un banco genético irremplazable). Ocupan sólo el 6 % de la superficie terrestre, y viven en ellas más de la mitad de todas las especies de la tierra.La reducción de biodiversidad es una consecuencia directa del desarrollo humano, ya que muchos ecosistemas han sido convertidos en sistemas empobrecidos que son menos productivos, económica y biológicamente. Se podría decir que, el uso inadecuado de los ecosistemas además de perturbar su funcionamiento también implica un costo.La conservación de la diversidad biológica supone un cambio de actitud: desde una postura defensiva (protección de la Naturaleza frente a las repercusiones del desarrollo) hacia una labor activa que procure satisfacer las necesidades de recurso biológicos de la población al mismo tiempo que se asegura la sostenibilidad a lo largo del tiempo de la riqueza biótica de la Tierra.
Por Gabriela Medrano

viernes, 17 de octubre de 2008

Ecología profunda

La ecología profunda es una rama reciente de la filosofía ecológica que considera a la humanidad parte de su entorno, proponiendo cambios culturales, políticos, sociales y económicos para lograr una convivencia armónica entre los seres humanos y el resto de seres vivos.

Leonardo Boff: "La ecología es el nuevo paradigma de la humanidad"


El teólogo brasileño señaló que la humanidad está viviendo un momento único en la historia, donde la ecología se erige como un nuevo paradigma. Además, durante una conferencia celebrada en Buenos Aires, afirmó que la Tierra ya no aguanta la perspectiva de dominación del hombre.
"La ecología es un nuevo paradigma, tenemos que ir a un reencantamiento, que es vivir ’junto’ y no ’a costa’ de la naturaleza. No es medio ambiente, es ambiente entero", afirmó el teólogo en el Centro Cultural Borges, ante más de 300 personas.
Boff, de 69 años, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación en los años 60 y 70, censurada por el Vaticano, autor de más de 40 libros, habló en Buenos Aires sobre su visión integral de la ecología. Agregó que se necesitan "cambios en los hábitos humanos" frente al planeta y una nueva "espiritualidad, buscar el sentido profundo de vivir en la naturaleza".
En ese sentido, destacó que "otro mundo es posible" dentro de una "convivencia con la naturaleza" y afirmó que "la Tierra ya no aguanta la perspectiva de dominación del hombre", surgida de la tradición judeo-cristiana a la que consideró "parte de la crisis". El teólogo y filósofo sostuvo entonces que la "lógica que oprime países es la misma lógica que devasta la naturaleza. Eso tiene que ser superado".
Boff, también ecologista, consideró que los indígenas "son el sujeto político nuevo en el continente" porque en los últimos años han conseguido "imponer agendas a los gobiernos". También destacó el hecho de que un integrante del pueblo aymara, Evo Morales, haya alcanzado la presidencia de Bolivia y valoró la resistencia de las indígenas para mantener sus lenguas, culturas y derechos.
El teólogo dijo que "hay una deuda" con la espiritualidad de los indios por lo que llamó a sostener un "diálogo interreligioso" que apoye los derechos de los originarios en el continente.
El ex sacerdote viajará a Neuquén y a Bariloche, luego a Cohiaique, en la Patagonia chilena, donde hablará con organizaciones mapuche y huilliche, sobre sus derechos y temas de actualidad.
Durante la conferencia, Boff no ahorró críticas a la Iglesia Católica y, en particular, al papa Benedicto XVI, al que responsabilizó por "equívocos" sobre el islamismo y las "duras referencias al ecumenismo, que ponen en riesgo 50 años de trabajo", lo que reafirma "la visión medieval" de que "hay una sola iglesia y es la Iglesia Católica".
Sancionado por el actual Papa por su libro "Iglesia: carisma y poder", que lo llevó a dejar el sacerdocio, Boff dijo que la Iglesia Católica "debe convertirse a las causas universales, como los derechos humanos, el derecho a comer al menos una vez al día y la escasez del agua potable".
La jerarquía católica tiene un "doble vacío", de "profetismo", por un lado, por la escasez de "denuncias de inequidades", y una "ausencia pastoral", por otro, para "animar a la gente hacia una sociedad benevolente con la naturaleza".

Capa de hielo en el Ártico sigue derritiéndose

La capa de hielo marino en el Ártico es la segunda menor desde que comenzara a ser observada por los satélites en 1979, informó este martes el Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado.
Un informe del centro, difundido por la NASA, indicó que aunque está levemente por encima de la disminución récord de septiembre de 2007, el fenómeno registrado este año confirma la tendencia a la disminución que se ha observado en las últimas tres décadas.
Más aun cuando el Ártico llegó a su tradicional mayor cobertura de hielo anual en marzo de este año, los científicos de la NASA dijeron que el hielo de mayor grosor más antiguo continuaba disminuyendo.
Ese hielo perenne cubría entre 50 y 60 por ciento del Ártico, pero durante el pasado invierno septentrional su extensión era de menos del 30 por ciento, indicó la NASA.
Agregan que la disminución en la superficie de la capa de hielo, no solo en el Ártico sino también en la Antártida, se debe al aumento progresivo de las temperaturas en todo el planeta.
Los expertos señalan que debido a que existe una estrecha interconexión entre los hielos árticos o antárticos y los demás sistemas climáticos, es probable que su disminución tenga un impacto generalizado en todo el planeta.
La emisión de gases invernadero, principalmente dióxido de carbono, producidos por la quema de combustibles fósiles es el principal factor que ha causado el cambio climático y sus efectos se multiplican en el Ártico, señalan los científicos.

Huella ecológica

La huella ecológica es un indicador agregado definido como «el área de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población dada con un modo de vida específico de forma indefinida». [1] Su objetivo fundamental consiste en evaluar el impacto sobre el planeta de un determinado modo o forma de vida y, comparado con la biocapacidad del planeta. Consecuentemente es un indicator clave para la sostenibilidad.
La ventaja de la huella ecológica para entender la apropiación humana está en aprovechar la habilidad para hacer comparaciones. Es posible comparar desde las emisiones de transportar un bien en particular con la energía requerida para el producto sobre la misma escala (hectáreas).

Quema de pastizales: “Rescindir los contratos de arrendamiento es una decisión superadora." afirmó Raffo

El secretario de Medio Ambiente de la provincia, Fernando Raffo, valoró la importancia de la carta de intención que se rubricó entre el gobierno nacional y las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires para la puesta en marcha de un Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná. Destacó que “cada jurisdicción decidirá qué hacer con sus tierras y la Nación, además de conseguir el financiamiento, será la encargada de mantener el equilibrio entre los intereses de las tres provincias”. Además, consideró que “rescindir los contratos de arrendamiento es una medida superadora que demuestra que se quieren hacer las cosas bien desde Entre Ríos”.
El funcionario explicó que hablar de desarrollo sostenible refiere a la “convivencia de lo productivo, lo social y lo ambiental. El ecosistema de esa zona es muy frágil, ya que tiene épocas de sequía y también de inundaciones; en este marco es necesario elaborar un plan teniendo en cuenta las actividades económicas que se desarrollan allí”, consideró Raffo.
Agregó que este plan fijará las pautas de manejo para lograr dicho desarrollo sostenible que definirán, por ejemplo, la carga animal por kilómetro cuadrado de isla, lo que a su vez dependerá de las condiciones ambientales del ecosistema en el momento, ya que este es muy dinámico. En este marco, destacó que “cada jurisdicción elaborará su plan sobre su territorio, que será consensuado con un plan integral nacional; es decir que cada provincia decidirá qué hacer con sus tierras. Y el gobierno nacional, además de conseguir el financiamiento, será el encargado de mantener el equilibrio entre los intereses de las tres provincias”. En el caso de Entre Ríos, “el proceso de elaboración del plan será participativo e incluirá a los actores sociales”, aseguró Raffo.
Respecto a la decisión del gobierno provincial de rescindir los contratos de arrendamiento en tierras fiscales donde los incendios fueron provocados por un mal manejo, el titular de Medio Ambiente sostuvo que técnicos especialistas en el tema tendrán que determinar si hubo imprudencia o no, teniendo en cuenta además las causas judiciales abiertas que está trabajando la Fiscalía de Estado.
Raffo consideró que se trata de una “decisión superadora que demuestra que se quieren hacer las cosas bien desde Entre Ríos”.
Finalmente, el funcionario provincial hizo la distinción terminológica entre sostenible y sustentable. En ese sentido, explicó que, según la definición de la Real Academia Española, el concepto sostenible abarca también la parte social e incorpora los conceptos de igualdad y equidad; en cambio, desarrollo sustentable remite únicamente al rédito económico que puede otorgar una actividad productiva. “El término sostenible tiene que ver con lo económico, ambiental y social e incorpora el concepto de equidad”, precisó Raffo, al tiempo que comentó que, a partir de la nueva orgánica que se está elaborando, el área a su cargo se llamará Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Agroecología

El enfoque de la agricultura convencional siempre ha buscado incrementar la producción de cosechas agrícolas sin considerar las consecuencias posteriores sobre el ambiente en el que se practica. Así ocurre, por ejemplo, con la labranza intensiva del suelo, práctica de monocultivo, uso indiscriminado de fertilizantes sintéticos, el control químico de plagas y arvenses, uso intensivo de agua de pozos profundos para la agricultura y la manipulación genética, entre otras prácticas de la agricultura moderna.
Estas son prácticas promovidas y aplicadas bajo el enfoque de la agricultura denominada convencional. No se debe descuidar y negar que la aplicación de las prácticas e innovaciones tecnológicas convencionales incremente la producción agrícola, pero tampoco se puede negar que su práctica en actividades agrícolas deteriora los recursos naturales en forma considerable y ocasionalmente irreversible.
El deterioro de la cubierta vegetal, la
erosión del suelo (eólica, hídrica, de fertilidad), el incremento de la salinidad de los suelos, disminución considerable de los mantos freáticos, la pérdida de diversidad agrícola biológica y genética, la resistencia constante de plagas y enfermedades agrícolas, el azolve de presas, las inundaciones naturales, la eutrofización de lagos y la contaminación del aire, son algunas de las múltiples consecuencias de la agricultura basada en agroquímicos y en el uso de grandes cantidades de energía.

La ciudad de Buenos Aires tendrá un código de protección ambiental

De la redacción del proyecto de ley participarán Daniel Sabsay y distintas ONG. El gobierno porteño y la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) firmaron ayer un convenio por el cual la ONG encabezará el proceso de redacción de un Código Ambiental, del cual hoy carece la ciudad de Buenos Aires.
La firma del convenio estuvo a cargo del ministro de Medio Ambiente, Marcelo Vensentini; del presidente de la Comisión de Ecología de la Legislatura porteña, Juan Manuel Velasco, y del director ejecutivo de la FARN, Daniel Sabsay.
El convenio "tiene como objetivo dictar un Código Ambiental que reúna, ordene y profundice los lineamientos constitucionales de protección ambiental para la ciudad", se explicó durante el acto que se realizó en el microcine del Palacio de Gobierno.
Es que la Constitución de la ciudad de Buenos Aires establece que se dictará un Código Ambiental, pero eso aún no sucedió.
"Durante mucho tiempo vinimos trabajando en conjunto con la Legislatura, especialmente en los temas ambientales, tanto en lo que se refiere a las normas como a los procesos para reglamentarlas. Pero siempre quedaba pendiente esta deuda del Código Ambiental", explicó Vensentini.
El funcionario dijo que lo primero que se va a hacer es la preparación de un digesto con todas las normas ambientales que tiene la Capital, que se conocerá en las próximas semanas. "Pero el Código implica una sistematización que es necesaria", agregó el ministro.
"Este es un proceso que tenemos que hacer con la sociedad civil, por eso decidimos firmar este convenio con la FARN, que dirigirá el trabajo", continuó Vensentini.
El convenio también establece que la FARN deberá prestar asesoramiento y asistencia técnica para la realización de un proceso de elaboración participada de normas, en tanto que el ministerio y la Legislatura acordarán la invitación de organizaciones dedicadas a la transparencia institucional para el monitoreo del proceso, como también la de reconocidas organizaciones vinculadas con temas ambientales.
Velasco, por su parte, elogió la iniciativa: "Es una deuda constitucional que tenemos pendiente con los porteños. Y cuando uno analiza la complejidad que tienen los temas ambientales se da cuenta de lo necesaria que es esta herramienta".

LOS RIESGOS Y LAS OPORTUNIDADES DEL CAMBIO

En los dos últimos siglos la historia de la humanidad ha progresado. El desarrollo científico, el dominio de las enfermedades, la esperanza de vida, la expansión de la libertad y los derechos, el bienestar, todo ello ha avanzado. Pero no ha llegado más que a una parte minoritaria de la población mundial.
El hambre, las enfermedades, la pobreza, el desamparo y la exclusión, marcan la vida de miles de millones de seres humanos. Las guerras, la violación de derechos fundamentales, la inexistencia de libertades básicas, son moneda común en zonas enteras del planeta. Los fundamentalismos violentos alimentan la inseguridad y ahogan en muchas partes la simple expresión de la libertad, la igualdad y la autonomía personal.
Esos son los retos sociales a los que tenemos que hacer frente. Los retos de reducir las injustas y abismales diferencias entre condiciones de vida, oportunidades de progreso y espacios de derechos, democracia y libertad.
No tenemos que hacerlo sólo porque así nos lo exige la fidelidad a nuestros valores. Tenemos que afrontarlo porque solo con un mundo más equilibrado, equitativo, organizado sobre la cooperación, en el que progrese el bienestar colectivo, podrá convertirse en globalmente sostenible nuestro propio bienestar y obtenerse seguridad y estabilidad.
Si eso es necesario en el ámbito social, es absolutamente obligado, radicalmente imprescindible, en lo que concierne al gran desafío de nuestro tiempo, a la amenaza creciente del cambio climático. Una amenaza que es ya una realidad incontestable. Una amenaza que altera la naturaleza, pero cuyos efectos perniciosos se extienden transversalmente sobre todos los órdenes de la vida social.
Una amenaza que no solo se proyecta sobre nuestro futuro, sino que compromete el hecho mismo de que tengamos futuro. Una amenaza, pero también una oportunidad a nuestro alcance para dar un giro hacia un modelo de crecimiento y organización individual y colectiva que sea más armonioso con nuestro entorno y, por tanto, más sostenible.
El modelo con el que la humanidad ha prosperado en los dos últimos siglos y medio produce ahora, cada vez más, todo tipo de efectos perversos. Su continuidad no es que ya no sea deseable, es que resulta por completo inviable. Por tanto, ha llegado el momento de cambiar el paradigma del que nos hemos servido tanto tiempo.
El cambio es inevitable. La acumulación de evidencias es abrumadora e incontestable. Nuestro modelo de desarrollo basado en el consumo de combustibles fósiles, petróleo, gas natural y carbón, la generación de gases artificiales provenientes de procesos industriales y la devastadora e indiscriminada tala de árboles, han incrementado extraordinariamente la concentración de gases de efecto invernadero, CO2, oxido nitroso o metano, acumulando en poco más de un siglo una tercera parte más de emisiones que en toda la historia de la humanidad.
Once de los doce últimos años han sido los más calurosos desde que existen registros fiables de temperaturas, hace ya siglo y medio. Contamos ya con tres décadas de reducción de la superficie de hielo en el planeta, de retracción de los glaciares y de adelgazamiento del casquete boreal. Se constata desde hace medio siglo la continua subida del nivel de los mares.
Como atestigua nuestra propia experiencia, los fenómenos meteorológicos muestran un comportamiento cada vez más irregular y extremado, dando origen a continuos desastres naturales de intensos efectos sociales. Desastres que no solo traen hambre, pobreza y desesperación a extensas poblaciones del mundo, sino que, por ello mismo, están en el origen de los intensos movimientos migratorios que se manifiestan en las últimas dos décadas, especialmente desde el continente africano.
El cambio climático es, pues, un hecho incuestionable. Un hecho corroborado por el mundo científico, producto sustancialmente de la acción humana. Así lo ha definido Naciones Unidas, ya en 1992, “el cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera mundial”.
Así lo ha vuelto a constatar el año pasado en Valencia el Cuarto Informe del Panel Intergubernamental de Expertos en el Cambio Climático, grupo creado por Naciones Unidas hace veinte años. Así se ha reafirmado en la Cumbre celebrada en Bali por la Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en diciembre del pasado año.
En el primer caso se ha vuelto a subrayar no solo el carácter inequívoco del calentamiento del sistema climático, sino el hecho mismo de que, debido a la acumulación de las emisiones del pasado, los impactos resultantes de dicho calentamiento son ya inevitables, y durarán un muy largo periodo, quizás siglos, debido a las escalas temporales asociadas a los procesos climáticos. En consecuencia, serán necesarias medidas de adaptación para poder asumirlos.
Es más, de continuar las emisiones de gases de efecto invernadero a los mismos niveles actuales, es decir, aún frenando por completo la espiral de su crecimiento, se causará un calentamiento adicional y aún más vertiginoso que provocará muchos otros cambios en el clima global durante las próximas décadas. Cambios de mucha mayor magnitud y efectos más profundos que los que estamos viviendo y hemos vivido en las décadas precedentes.
En el segundo caso, es decir en la Cumbre de Bali, ha habido un consenso general sobre la necesidad de llegar a compromisos internacionales que no solamente prosigan, sino que intensifiquen la senda de acción iniciada en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente celebrada en Río de Janeiro en 1992, donde se aprobó la Convención Marco sobre el Cambio Climático, origen de la subsiguiente Cumbre de Kyoto, en 1997.
El Protocolo aprobado entonces, destinado a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, tiene un horizonte temporal de caducidad en 2012, por lo que empieza a resultar ya urgente acordar nuevos objetivos, que necesariamente habrán de ser más ambiciosos.
Sin embargo, no basta la definición de objetivos y la expresión de compromisos. Como muestra nuestra experiencia reciente, el rechazo o resistencia a asumirlos, o el incumplimiento de los mismos por parte de los grandes emisores, puede convertir en inútiles los comportamientos responsables de muchos otros países, y sarcásticas las exigencias de que asuman sacrificios mayores precisamente los países que luchan por salir del subdesarrollo. Exigencias que resultan desalentadas por el ejemplo egoísta de quienes ya se han desarrollado con anterioridad por medio de un uso exhaustivo de recursos que ahora condenan.
Pero hay que reconocer que, aunque no todos están dispuestos a afrontar la amenaza con igual seriedad, algunos movimientos recientes resultan más prometedores que los del pasado.
Así, la administración republicana de los Estados Unidos, despectiva muchas veces con Kyoto, reticente e insolidaria siempre, preocupada más por la reducción de costes y la maximización de beneficios que por la amenaza climática, convocó hace pocos meses una reunión internacional con los países más emisores, evidenciando al menos una mayor preocupación que se va abriendo paso en el país más emisor de todos. Por su parte, el gobierno chino, país ya decisivo para el control de las emisiones actuales, pero absolutamente determinante para las futuras, ha presentado recientemente un Programa de Cambio Climático.
Construir un modelo alternativo al crecimiento basado en la economía del carbono costará tiempo y esfuerzos, y no será un camino sin dificultades, alteraciones ni retrocesos. Pero es el único camino que tiene futuro, es urgente emprenderlo cuanto antes y es imprescindible avanzar con velocidad, empezando por frenar y revertir la dinámica actual.
Ni podemos confiar en que, sin acción, el deterioro se pueda detener, ni podemos ser inconscientes con nosotros mismos y egoístas e insolidarios con las generaciones futuras. Debemos convertirnos en aliados del cambio que viene exigido por la transformación del modelo. Tenemos que impulsar y aprovechar la creciente conciencia y movilización mundiales ante esta amenaza.
Si nos aliamos con el cambio, tenemos la oportunidad de modificar algunos elementos hasta ahora esenciales de nuestro modelo productivo que han mostrado ya los límites de su continuidad, y que son a la larga incompatibles con la sostenibilidad. Luchar contra el cambio climático requiere determinación, perseverancia, esfuerzos y recursos. Acción pública, implicación empresarial y movilización ciudadana
Sin embargo, no hacerlo, además de no ser una hipótesis viable a medio plazo, comporta esfuerzos y costes aún muy superiores. Nacionales y mundiales. Costes que podrían llegar a suponer una pérdida entre 5 y 20 veces superior en términos de PIB mundial a lo que exigiría actuar decididamente con acciones tempranas. Así lo certifican la Comisión Europea, el Informe Stern para el Reino Unido, los informes referidos del Panel de Naciones Unidas y la práctica unanimidad de los expertos.
Somos plenamente conscientes de que, más allá de las reacciones nacionales, la respuesta ha de ser necesariamente global, como lo es la propia amenaza.
Nosotros, los socialistas, trabajamos por esos objetivos en el seno de Naciones Unidas. Creemos en su capacidad de acción, en la de todas y cada una de sus agencias y programas para avanzar en ese objetivo y apoyaremos decididamente que refuercen su papel.
Estamos a favor de impulsar las estrategias regionales, y de situarlos en la primera línea en la Unión Europea. Nos comprometimos en Bali a apoyar que la Unión Europea mantenga y profundice su liderazgo responsable en esta cuestión; que defienda como objetivo que la temperatura media global no aumente en más de 2ºC; que reduzca de forma autónoma para 2020, como así ha decidido, sus emisiones de dióxido de carbono en un 20% respecto de 1990; y que se muestre dispuesta a ir aún más lejos si así se comprometen también otros países industrializados.
También trabajamos intensamente cooperando al desarrollo, ayudando a los países pobres, que, una vez más, sufrirán más que nadie las consecuencias del deterioro. Defendemos que, para posibilitar un acuerdo post-Kyoto efectivo y justo, se fortaleza la financiación internacional y las ayudas para que los países pobres puedan acceder a tecnologías más limpias, sin el coste de sustitución de las actuales que para la mayoría de ellos sería inasumible.
Estamos apoyando ya acciones de ese tipo. Hemos contribuido a crear la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático, con el objeto de identificar cuales son las prioridades y de construir consensos para abordarlas. Dentro de dicha Red se encuadra el Programa Iberoamericano de Adaptación al Cambio Climático y la cooperación con la Asociación de Reguladores Iberoamericanos de Energía.
Consideramos espacialmente relevante el campo de acción dirigido a prevenir el impacto del cambio climático sobre la salud. Dicho impacto aumentará si no se toman acciones preventivas de inmediato. Aunque nadie resulte exento, sus efectos serán más dañinos para las poblaciones más vulnerables y los países más pobres.
Por ello es necesario profundizar en estrategias conjunta de la Organización Mundial de la Salud con los distintos países, que conforme una estrecha alianza operativa de los sectores de salud y medio ambiente, aseguren el impacto mínimo posible sobre el bienestar de la población.
En nuestro ámbito nacional, el informe “El cambio climático en España. Estado de situación 2007”, elaborado por el panel de expertos españoles hace apenas unos meses, identifica para España patrones de comportamiento similares a los del resto de países industrializados, en el que la quema de combustibles fósiles representa el 80% de la producción y consumo de energía.
Además, pone el acento en algunos aspectos que muestran una mayor vulnerabilidad específica, relativos al riesgo de disminución de nuestros ya escasos recursos hídricos, y de una mayor dificultad de planificación, al verse sometidos previsiblemente a patrones de precipitación más torrenciales; el daño potencialmente muy elevado a nuestra rica pero precaria biodiversidad; o la amenaza real de desertificación creciente.
Pero también señala que muchos de los impactos pueden evitarse para el futuro, en tanto que otros, ya irreversibles, pueden reducirse o retrasarse en sus efectos por la mitigación. España es el decimosexto país productor de emisiones, emitimos 15 veces menos que los Estados Unidos o China, y representamos el 1% de la emisión mundial. Por ello nuestra acción reductora ha de ser, más que cuantitativa, cualitativa y ejemplarizante a nivel global. Para ello tenemos que avanzar en los campos del suministro energético, transporte, viviendas, industria, agricultura, silvicultura, bosques o residuos.
En los últimos cuatro años hemos tomado el camino adecuado para avanzar en esa dirección. Aunque habíamos ratificado en su día el Protocolo de Kyoto, el gobierno de entonces nunca se tomó en serio el cumplimiento de los compromisos voluntariamente adquiridos en la negociación, que, medidos en términos relativos, eran muy exigentes para España.
A nuestra llegada al Gobierno estábamos más lejos del objetivo que al ratificar el Protocolo. No se había aprobado el Plan Nacional de Asignaciones, y carecía de calendario preciso y de dotación presupuestaria efectiva la Estrategia Española de Ahorro y Eficiencia Energética.
Hemos progresado, aprobando en 2004 el Primer Plan de Asignaciones; en 2005, el Plan de Acción de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética; y, en ese mismo año, el Plan Estratégico de Infraestructuras del Transporte, PEIT, que opta preferentemente por el modo que genera menos emisiones de gases, el transporte ferroviario; y, también en 2005, un nuevo Plan de Energías Renovables; en 2006, el Código Técnico de la Edificación.
Con todo ello, conseguimos en 2006 desacoplar el incremento de las emisiones del crecimiento de la economía, reduciendo por primera vez aquéllas en 4 puntos, con una economía que crecía cerca del 4%.
Tenemos horizonte marcado por delante. Un horizonte que guiará toda esta Legislatura. En 2007 convertimos al Cambio Climático y la Energía en una acción estratégica prioritaria del Plan Nacional de I+D+i para el periodo 2008-2011. Iniciamos procesos de oxicombustión y de captura y almacenamiento de CO2. Para el periodo 2008-2012, tenemos en vigor el segundo Plan Nacional de Asignaciones, y el Plan de Acción de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética. Hemos regulado normativamente la participación de España en los Mecanismos de Flexibilidad del Protocolo de Kyoto, las Instalaciones Térmicas de Edificios y la Energía Eólica Marina.
Con la aprobación de la Estrategia Española de Cambio Climático y Energía Limpia, y de la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible, hemos establecido el marco de actuación de todas las Administraciones y de los agentes privados. Un marco integral y complejo con el objetivo de compaginar el cumplimiento de nuestro compromiso al ratificar el Protocolo de Kyoto, con la mejora de la competitividad de nuestra economía, la creación intensa de empleo de calidad, la garantía del abastecimiento energético necesario y el mantenimiento de la estabilidad económica y presupuestaria.
En el Programa con el que hemos concurrido a las elecciones generales de 2008 hemos incorporado un buen número de propuestas que, al recibir el apoyo mayoritario de los españoles, se convierte en compromisos reafirmados en el programa de gobierno presentado en la Investidura.
Tales compromisos incluyen incentivos a las empresas que hagan público su compromiso de reducción de emisiones y presenten anualmente los resultados que obtienen; incentivos a la movilidad sostenible y al transporte público; apoyos para la aplicación de los requisitos establecidos por el Código Técnico de Edificación; rehabilitación energética integral de viviendas ya construidas; medidas generales de eficiencia energética; potenciación de la I+D+i en energías renovables limpias, donde nuestras empresas parten ya de una posición mundial de liderazgo en provisión, organización y distribución, y en la investigación para asegurar el suministro continuado partiendo de unas energías intermitentes; investigación en captura y almacenamiento de CO2; promoción de la utilización de biocarburantes procedentes de residuos agrícolas y forestales, así como de otras materias primas no alimentarias; plantación de decenas de millones de árboles.
La estructura del gobierno formado tras las elecciones responde a la prioridad establecida de lucha contra el cambio climático que, como es obvio trasciende en mucho el periodo político que acabamos de iniciar. Pondremos además todo nuestro esfuerzo e interés en que, si el largo camino de las negociaciones para la firma de un acuerdo post-kyoto no concluye antes, pueda hacerlo durante la presidencia española de la Unión Europea en 2010.
El esfuerzo continuado que tenemos por delante requiere la acción conjunta de todas las administraciones. Para propiciarlo, la celebración de una Conferencia de Presidentes impulsará la coordinación y efectividad de los planes propios de las Comunidades Autónomas y del Gobierno de España. Asimismo, a nivel local, se precisa la intensificación de las Agendas 21 y la potenciación de la Red de Ciudades para el Clima, para lo cual debe construirse un partenariado entre Estado, Ayuntamientos y entidades financieras para acometer la transformación total de los edificios públicos, en particular escuelas.
Pero esta gran batalla requiere la implicación al completo de la sociedad, mantenida durante un largo periodo de tiempo. Se requiere extender los valores en los que se funda la acción necesaria, diseminar la información disponible, educar a los jóvenes, activar la conciencia de los ciudadanos y convertir el modo de vida de cada uno de ellos, el hogar de cada familia, los espacios compartidos, en auténticos motores del cambio necesario.
España puede estar en primera línea en la lucha contra el cambio climático. Somos unos de los países más expuestos a sus efectos. Los socialistas haremos que alcance esa posición de vanguardia.

por: El Pais

jueves, 16 de octubre de 2008

http://www.lupacorp.com/glaciar/index.php?secc=10

VIDEO A SUBIR

El esfuerzo millonario contra el cambio climático

La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha publicado hoy en un informe que el mundo necesita invertir al menos 29.000 millones de euros (45.000 millones de dólares) en tecnología hasta el año 2050 para hacer frente al cambio climático y reducir las emisiones de CO2.

El informe titulado Perspectivas de Tecnología de Energía 2008 señala que para alcanzar ese objetivo los países deben aumentar su contribución anual a esta lucha y elevarla hasta que represente el 1% del producto interior bruto (PIB) global (unos 700 millones de euros).
Para alcanzar los objetivos, el informe sugiere la instalación anual, entre 2010 y 2050, de equipos de captura de CO2 en 25 plantas de energía de gas y 35 de carbón. La AIE añade que cada año deberían construirse en todo el mundo 17.500 turbinas eólicas y 32 plantas de energía nuclear.
A pesar de que el organismo subraya la importancia de que los Estados hagan una fuerte inversión en infraestructura, la AIE reconoce en su hoja de ruta que el 36% de la disminución de emisiones llegará gracias a una mayor eficiencia en el uso de la energía. El resto, un 21% gracias al uso de energías renovables, el 19 % a cuenta de la captura de CO2, y el 24% restante gracias a la eficiencia en la generación de energía.
"El paso más difícil y costoso", señala el texto, "debido al rápido crecimiento de la demanda y el potencial limitado de la tecnología actual", es la necesidad de reducir la cantidad de emisiones de carbono que genera el sector del transporte. El documento también subraya las claves para un futuro energético sostenible, como capturas de CO2 por parte de las industrias, el desarrollo de una electricidad más limpia, de la energía solar y de la segunda generación de biocombustibles.
La AIE considera que el objetivo de reducir a la mitad las emisiones de CO2 para 2050 supone un "reto formidable", teniendo en cuenta el incremento en la demanda de energía de países como China, India y demás economías emergentes. A su juicio, si los gobiernos continúan con las políticas vigentes actualmente, las emisiones de CO2 aumentarán en un 130 por ciento y la demanda de petróleo en un 70 por ciento.
La AIE, fundada en 1974 y formada por 27 países industrializados, responde con el informe a la solicitud de los líderes del G8 de proponer perspectivas para poder cumplir con las metas energéticas en 2050. Japón, que preside el grupo de las ocho naciones más poderosas del mundo este año, ha puesto la lucha medioambiental en lo más alto de la agenda, y ha anunciado su propia propuesta de reducción de emisiones, llamado Cool Earth 50.


ELPAÍS.com/ EFE - Madrid - 06/06/2008

PARQUES NATURALES


Los parques son áreas naturales, poco transformadas por la explotación u ocupación humana que, en razón de la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora, de su fauna o de sus formaciones geomorfológicas, poseen unos valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos cuya conservación merece una atención preferente. En los parques naturales se promueven los aprovechamientos tradicionales compatibles con la conservación de los recursos naturales y se facilita la entrada a los visitantes. En estos espacios la gestión compete exclusivamente a la Comunidad Autónoma en cuyo territorio se encuentren situados. Según datos de la UNESCO, en España existen actualmente 100 parques naturales o regionales. El concepto de parque nacional, según la ley de 1916, era el siguiente: "Son parques nacionales, a los efectos de esta ley, los lugares o parajes excepcionalmente pintorescos, boscosos o escabrosos del territorio nacional, que el estado consagra declarándolos así, con el exclusivo objeto de favorecer su accesibilidad por vías de comunicación adecuadas, y de respetar y hacer que se respete la belleza natural de sus paisajes, la riqueza de su fauna y flora y las particularidades geológicas e hidrológicas que contenga, evitando, con la mejor eficacia, cualquier acto de destrucción, deterioro o desfiguración pro la mano del hombre".Tanto internacionalmente como en nuestro país, el concepto de parque nacional ha sufrido una evolución a lo largo del tiempo. Después de la definición de Yellowstone hemos de esperar hasta la Convención de Londres de 1933, donde se establecen los elementos del concepto oficial de parque nacional: "Área puesta bajo el control público, en la cual los límites permanecerán invariables y de la cual no podrá transferirse ninguna parte, salvo por la autoridad competente; en la cual han de aislarse los elementos de interés científico para su propagación, protección y conservación y para el aprovechamiento y el esparcimiento públicos; en la cual se prohíbe la caza, muerte y captura de la fauna y la destrucción o recolección de la flora, excepto por las autoridades; y en la cual se darán facilidades al público para que pueda observar la fauna y la flora."

El cambio climático debe acercar a EE.UU. y China

El calentamiento global es uno de los desafíos transnacionales con mayores implicancias ambientales, económicas y, también, de seguridad.

Algunos científicos predicen que el cambio climático causará desastres naturales vinculados con el clima, sequías y hambrunas, que pueden derivar en una cuantiosa pérdida de vida. El calentamiento global en las próximas tres décadas haría crecer los niveles del mar en medio metro. Este es un cálculo conservador, y si el calentamiento avanza más rápidamente por la pérdida de la reflectividad del hielo del Artico podría conducir al sumergimiento de islas bajas y, por ende, amenazar la supervivencia de naciones enteras. En Africa y Asia central, el agua se volverá más escasa y las sequías reducirán el suministro de alimentos. Los shocks externos producidos por el cambio climático afectarán directamente a las economías avanzadas. Si los crecientes niveles del mar inundan las Islas Maldivas, los efectos serían tan devastadores como una bomba nuclear, y hasta para EE.UU. y Europa, el daño ocasionado, digamos en Florida u Holanda, podría ser igualmente costoso. Pero estos shocks externos también pueden tener efectos indirectos al agravar las disparidades entre países desarrollados y en desarrollo y crear incentivos adicionales para la migración masiva a regiones ricas, menos afectadas y más adaptables. Por otra parte, el cambio climático ejercerá presión sobre los gobiernos débiles en los países pobres, y puede generar un incremento en la cantidad de estados fallidos así como convertirse en una fuente indirecta de conflicto internacional. Este tipo de efectos directos e indirectos de la actividad humana, si bien no tienen intenciones malevolentes como el terrorismo, son un argumento para la ampliación de nuestro concepto de seguridad y la adopción de nuevas políticas. Existen instrumentos básicos para reducir las emisiones de carbono y, por ende, mitigar el calentamiento global. La innovación tecnológica y la mayor eficiencia energética tienen un potencial considerable. Pero la innovación tecnológica por sí sola tal vez no sea suficiente. El otro instrumento básico incluye incentivos y desincentivos económicos. El llamado sistema de intercambio de emisiones apunta a controlar las emisiones de carbono asignando permisos comerciables. No todos adoptarán este tipo de instrumentos. En 2007, China superó a Estados Unidos como el principal emisor de CO2 del mundo. Pero China señala que, sobre un cálculo per capita, las emisiones norteamericanas son cinco veces superiores. China, India y otros países sostienen que el desarrollo económico en los países ricos causó la mayor parte del problema existente, y que es injusto que los países en desarrollo tengan que reducir sus emisiones hasta alcanzar los niveles de emisiones de los países ricos. Pero se trata de una fórmula para el desastre global. El clima del mundo se ve afectado por las emisiones totales, no importa su origen. Dado que las bombas, las balas y los embargos de la política de seguridad tradicional son irrelevantes, ¿qué pueden hacer EE.UU. y otros países ricos respecto de esta amenaza a la seguridad? Para impedir un cambio climático peligroso y promover su propia seguridad, EE.UU. y otros países ricos quizá tengan que forjar una sociedad con China, India y otros países para desarrollar ideas creativas, tecnologías y políticas. Cada vez se reconoce con más frecuencia que el cambio climático es uno de los desafíos transnacionales con mayores implicancias ambientales, económicas y de seguridad. Los primeros pronunciamientos de McCain y Obama son alentadores, pero buscar un acuerdo internacional seguirá siendo un desafío no importa quién resulte electo.
Por: Joseph Nye
profesor de relaciones internacionales (Universidad de Harvard )

jueves, 9 de octubre de 2008

Ecosistemas y Fuentes de energia sustentables

Como pescador de hace casi mas de una vida, mi aficion por el rio no termina solo cuando pesco. Y mis palabras van a ser directas.Estoy aburrido de que Chile sea el basurero para trasnacionales que no buscan mas que su propio beneficio. El proyecto de represas y trancas en el Rio Baker (aisen , XI region) son a mi juicio, la gota que rebalso el vaso. Mas bien el balde. Que maravilla como con tanta "nacionalidad" putean bolivianos y peruanos pero cuando de lo nuestro respecta no se piensa en el futuro de nuestros lagos, rios, bosques y volcanes, la tierra en general, nuestro recurso mas intimo, una riqueza que no es avaluable.
Le ponemos el culo a españa por "energia", le ponemos el culo a Estados unidos "por el avance", le ponemos el culo a asia pacifico "por el desarollo economico". Rios contaminados de norte a sur por salmoneras que no cumplen con la normativa ambiental, las que dentro de sus costos ingresan las "altisimas" multas impuestas por las COREMAS (corporaciones regionales de medio ambiente, que van desde 10 a 50 utm, siendo que una utm son solo 33 mil pesos, calculen), proyectos de inversion con alto impacto ambiental. Ejemplos aun mas ridiculos.
Todo valga por el progreso?. Dejemos la grande en nuestro ecosistema?, total Chile se va a hundir. Pero yo pienso que no se va a hundir en el mar. Nos vamos a hundir en la mierda que va a estar en todas partes, en la contaminacion, en el aire, en la capa de ozono sin ozono, en los rios llenos de leches y de barros , humedales llenos de cisnes muertos, en glaciares que ahora pueden moverse, en kilometros y kilometros de planicies y sierra listas para ser erosionadas por millones de ovejas, en ballenas varadas en las desembocaduras de los rios, en lo seco del desierto que avanza, en la deforestacion de la araucaria, en la rajadura del curso de los rios, en los incendios forestales de chillan, en la bencina que flota en Villarica, en la basura que esta alrededor del lago chungara, y otros tristes escenarios que, como vamos, van a ser el pan de cada dia.
Asi nos vamos a hundir, en nosotros mismos. Por prostituirnos como nacion. Por dejar que la necesidad ahogue los ecosistemas, por ser tan tercer mundistas que cualquier pais "grande" nos viene a dejar su mierda y llevarse nuestros recursos mas preciados.
La cosa no tiene ni un tinte politico (ni lo tengo yo) ni mucho menos. Solo trato de entender a donde vamos. Quizas se quiere probar hasta donde se puede llegar. Pero es un avion en picada. No todo lo economico es sustentable, y la tierra no va a dar abasto a este tipo de daños irreversibles. Ni que las compañias paguen toda la plata del mundo nos van a devolver la limpieza y pureza natural que existe en nuestra patagonia y a todo lo largo y ancho de nuestro pais.
Tenemos que detener el abuso a modificar los estandares de calidad ecologica. Que no nos sigan haciendo huevones metiendonos los dedos por la necesidad. Que sea la necesidad de diversificacion de fuentes energeticas lo que nos lleve a encontrar una fuente buena para nosotros y para nuestros recursos. Hay que aprovechar que por suerte , queda tiempo. Aunque poco, que no se nos vaya de las manos, aprovechemos, y que se hagan las cosas de la manera correcta. La integridad no tiene valor y es irrecuperable. Ojala se deje de lado un poco la angustia a dar una solucion rapida a problemas y se vean las cosas de una manera responsable, mas a largo plazo, mas inteligente. Asesoremosnos si es necesario, pero hay que ser escuchados y conscientificar a los miles de miles que no saben que esta pasando.

Expectativas por la flamante escuela ecológica de Barcelona

Como resultado de un proyecto digno de ser imitado en todas partes del mundo, dentro de poco tiempo 1.700 estudiantes tendrán la posibilidad de recibir formación académica en una institución ecológica que el Grupo Educativo Nace construyó en el municipio de Sant Esteve Sesrovires, ubicado a unos 25 kilómetros de Barcelona.
Esta escuela privada, llamada
Ágora Masia Bach, fue edificada bajo preceptos respetuosos con el medio ambiente y ocupa una superficie de 7,7 hectáreas. En este sentido, cabe destacar que el establecimiento cuenta con sistemas de ahorro de agua y energía, posee plantas y vegetales en sus techos, muros con jardines verticales, ascensores eléctricos de vidrio y de bajo consumo, barnices ecológicos y mecanismos especiales para el reciclaje de papel, plástico y pilas. Según los cálculos difundidos, por día podrán ahorrarse cerca de 1.200 litros de agua a través de la reutilización de aguas grises de los lavabos y se utilizará casi un treinta por ciento menos de energía diaria en relación a otros centros educativos.
José Antonio Camacho, quien estuvo a cargo de esta obra, señaló también que en esta escuela con farolas diseñadas para no derrochar energía ya se ha instalado un sistema de calefacción sostenible y se ha determinado que el área verde sea regada “exclusivamente con agua reutilizada y procedente de la lluvia”, tal como reproduce
Europa Press.
Como no podía ser de otra manera, los valores ecológicos no sólo han sido aplicados a la hora de construir este edificio sino que se harán extensivos hacia quienes estudien en esta original escuela de Catalunya donde lo más importante es, por supuesto, el respeto por el medio ambiente.

SEMANA VERDE EN ALMIRANTE BROWN

El 5 de junio es el Día Internacional del Medio Ambiente. Por este motivo, el Municipio, a través de la Agencia de Política Ambiental y Desarrollo Sustentable, organizó la Semana del Medio Ambiente, que contará con distintas actividades destinadas a promover la educación ambiental y la toma de conciencia sobre un tema de vital importancia.
En el acto de apertura de la iniciativa, que comienza el próximo lunes y se extenderá hasta el viernes 6 de junio, además del Intendente, Darío Giustozzi, estará presente la secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Romina Picolotti.
Luego del acto, la primera actividad consistirá en un homenaje a Yolanda Ortíz, primer secretaria de Medio Ambiente de la Argentina y de Latinoamérica, quien estará presente. Pionera y realmente experta en Medio Ambiente, Yolanda Ortíz fue nombrada por Juan Domingo Perón, en febrero de 1973, en el entonces flamante y desconocido cargo de secretaria de Medio Ambiente.
El 5 de junio fue elegido Día del Medio Ambiente porque esa fecha, en 1972, se celebró la apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano. El evento, llevado a cabo en Estocolmo, Suecia, llevó al establecimiento del Programa de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente (PNUMA). Pero recién 20 años más tarde, en 1992, la Asamblea General convocó a otra Conferencia de las Naciones Unidas sobre el tema, en Río de Janeiro.
En aquella ocasión, los gobiernos se reunieron para realmente adoptar las decisiones necesarias que pongan en práctica los objetivos de la Conferencia de Estocolmo. Y, también, para asumir el firme compromiso de alcanzar un equilibrio viable y equitativo entre Medio Ambiente y el desarrollo.